El Palau Sant Jordi de Barcelona se convirtió el pasado sábado en una pequeña estación pirenaica con al celebración de la ceremonia inaugural de Los Mundiales Snowboard FIS La Molina 2011 y la prueba de Big Air que concluyó con el triunfo del finlandés Petja Piiroinen.
La novena edición de los Mundiales de Snowboard FIS alzó ayer el telón en Barcelona, la ciudad que aspira a volver a ser olímpica en 2022 formando parte de la candidatura Barcelona-Pirineus. En el incomparable marco del Palau Sant Jordi, con una rampa de 31 metros presidiendo la instalación, miles de aficionados asistieron a la puesta en escena de unos Campeonatos que ya están haciendo historia. Primero, porque es la primera vez que se disputan en el Pirineo y, en segundo lugar, porque para Barcelona ha supuesto acoger la competición deportiva de invierno más importante en su dilatada vida deportiva.
Petja Piiroinen
FOTO: Alex Font
El Big Air (BA) es la única de las modalidades presentes en estos Mundiales con participación exclusivamente masculina, de ahí que el número de inscritos fuera inferior al del resto de disciplinas que se llevarán a cabo en La Molina a partir del día de hoy domingo. Los 45 riders que finalmente han participado estrenaron por la mañana la gran rampa instalada dentro del pabellón para disputar las pruebas clasificatorias, de las que salieron los doce finalistas.
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Más tarde, a las 17:00, dio comienzo la ceremonia inaugural, en la que se presentaron las banderas de los 43 países participantes y se efectuaron los parlamentos inaugurales a cargo del presidente del Comité Organizador (que también lo es de la RFDEI) Eduardo Roldán; del alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y del presidente de la Federación Internacional de Esquí (FIS), el suizo Gian Franco Kasper. Tras ello se hizo la oscuridad y el silencio para dar paso al espectáculo ‘Snowdrums’ (tambores de nieve), que arrancó los aplausos de los espectadores, y al show musical a cargo de ‘Nasty Mondays’.
Carles Torner
FOTO: Oriol Mas
Terminados los actos puramente ceremoniales, comenzó la competición deportiva propiamente dicha: el Big Air, la primera de las pruebas del Mundial. Tras ser puesta de nuevo la pista a punto, los doce finalistas, entre los que no había españoles, regresaron a la rampa para luchar por las tres medallas en juego. Todos ellos dispusieron de tres saltos, de los cuales se sumaron el mejor de los dos primeros con el tercero para determinar el podio.
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Los finalistas eran el austriaco Clemens Schattschneider, el esloveno Marko Grilc, el suizo Gian-Luca Cagivelli, el holandés Rocco van Straten, el canadiense Zachary Stone, el francés Mathieu Crepel y nada menos que cinco finlandeses: Petja Piiroinen, Ville Paumola, Aleksi Partanen, Roope Tonteri y el campeón del mundo en 2009 y defensor del título, Markku Koski.
Tras la disputa de las dos primeras mangas (de las cuales contaba el mejor salto), el liderato provisional era para el francés Crepel, que con 26 años es uno de los más veteranos del circuito y sumó 28.4 puntos. Quedaba el tercero, el salto que sumado debía dar la puntuación final de cara a las medallas. Ahí Crepel, que salió el último, se la jugó con uno de los saltos más complicados, pero no planchó bien en la caída y no llegó a los 20 puntos. Era su única posibilidad de superar al que acabaría siendo el campeón: Petja Piiroinen, uno de los cinco finlandeses, que de esta manera une este título al de campeón mundial júnior que ya poseía. El finés, de 19 años, consiguió superar la barrera de los 50 puntos (51.7) y dejó atrás, empatados hasta la décima (48.9), al canadiense Zach Stone (plata) y al belga Seppe Smits, un bronce que hace dos años había logrado la plata por detrás del rey derrotado, el también finlandés Markku Koski.
FOTO: Oriol Mas
Toda esta semana os iremos informando al detalle de todas las pruebas de estos históricos Mundiales de Snowboard 2011 en La Molina
Más información en:
www.lamolina2011.cat
