Iniciación al snowboard de montaña

¿Cansado de las pistas? ¿De las colas? ¿De las aglomeraciones? ¿De los forfaits? ¿De los snowparks? ¿De los remontes? ¿De las estaciones? Quizás te apetezca iniciarte en el snowboard de montaña, una disciplina exigente, pero que sin duda proporciona satisfacciones más que suficientes como para compensar el esfuerzo que supone.

¿Snowboard de montaña? Qué perogrullada ¿no? ¿Acaso el snowboard puede no ser de montaña? Pues lo cierto es que sí, ya que también puede ser practicado en pistas de superficies sintéticas o en instalaciones artificiales como el Madrid SnowZone, pero, excepciones aparte, parece raro que se pueda diferenciar entre snowboard “a secas” y snowboard “de montaña”, ya que la montaña es, casi por definición, su medio natural. Sin embargo sí que se hace, y vamos a comenzar este artículo -que pretende ser una pequeña iniciación y una modesta incitación a la práctica de esa disciplina- explicándolo brevemente.


FOTO: Volkl Snowboards

Por freeride se entiende comúnmente aquel snowboard que se practica fuera de las pistas de una estación. Se puede pues practicar freeride en una estación, descendiendo por pendientes no balizadas ni pisadas pero dentro de los límites de la misma…Pero eso, podemos decir, no es snowboard “de montaña” y, sin embargo, el “snowboard de montaña” sí que es freeride. ¿Entonces? Con la denominación snowboard de montaña se hace referencia, básicamente, al snowboard que se practica fuera de las estaciones de esquí, y para el que además no se han utilizado medios mecánicos para llegar hasta el punto de inicio del descenso.

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Descenso tras una progresión en splitboard

El snowboard de montaña está más emparejado con el esquí de travesía que con el heliboarding, por ejemplo. David Pujol es escalador, alpinista y snowboarder. Ha competido freeride a nivel nacional e internacional (entre otras competiciones fue el vencedor en el año 2000 de la prestigiosa prueba de freeride King of the Mountain en Nueva Zelanda) y ha realizado expediciones alrededor del mundo en los últimos quince años de su vida para ascender montañas de hasta ocho mil metros con la intención de bajarlas en snowboard, algunas con éxito y otras no…Respecto a la definición o delimitación del snowboard de montaña comenta:A mi siempre me ha  gustado que se diferencie el snowboard de montaña de lo que es freeride. Podemos hacer Freeride saliéndonos de las zonas balizadas  en estaciones de esquí, ya sabéis, lo típico del fuera pista y el pillar polvo… pero el snowboard de montaña implica algo más que eso. Podríamos definir el snowboard de montaña más o menos con la filosofía del esquí de travesía. Ascender a un punto, ya sea cima, collado, etc… donde sea que te motive para luego descender en tabla. Eso va más allá de que la nieve este super polvo o se tenga que andar cinco horas para llegar al objetivo, se trata de disfrutar de la montaña en todas sus fases, subiendo y bajando.”


De pateo por Sierra Nevada
FOTO:
FJ González

El freeride en general, y el snowboard de montaña en particular, tienen una serie de características que hacen que sean una disciplina no tan asequible para todos como lo puede ser el freestyle. Hay una serie de filtros – técnicos, físicos y naturales- que hacen que, de entrada, no haya tantos practicantes como en las pistas de una estación de esquí. “No es “cool” o no mola tanto, o no es tan cómodo como el park, o te cansas demasiado para sólo hacer una bajada que no siempre está en las mejores condiciones, o simplemente no está de moda… “, comenta al respecto David Pujol. Además, estos condicionantes también determinan, en cierta manera y no excluyentemente, el tipo de snowboarder que lo practica. Aunque no se puede, ni se debe, generalizar en términos absolutos, no andaríamos muy desencaminados si afirmásemos que los practicantes del snowboard de montaña son más montañeros, y los practicantes de Freestyle más urbanitas…. Según David “los riders de montaña son en general mas sufridos (seguro que un chaval que se pasa el día subiendo a pata en el pipe para saltar también opina que sufre, pero es otro tipo de sufrimiento…) esto no es ni mejor ni peor, sino un poco diferentes a la mayoría que practica  snowboard.  No se si yo soy de otra pasta, pero conozco unos cuantos que… sí, son de otra pasta, eso seguro. O al menos más comprometidos con lo que hacen…

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De entrada es una disciplina que físicamente es bastante dura, ya sólo por el hecho de que no se utilizan remontes mecánicos con el consiguiente desgaste físico –y mental- que eso supone. Físico porque a poco que andemos por la nieve, y en altitud, sabremos lo duro y exigente que es; y mental porque, incluso estando en buena forma, en muchas situaciones hay que tener “cabeza” para afrontar diversidad de situaciones, e incluso para superar retos físicos.


Didac Corvo rompiendo
FOTO: FJ González

La montaña en sí también supone un filtro, y de los más duros, a la hora de plantearse un ascenso y por supuesto un descenso. Estamos hablando de una disciplina que, sobre todo a medida que progresamos, está muy cercana al alpinismo. Por lo tanto ya no sólo entra en juego tener una buena técnica de snowboard, sino tener unos conocimientos –por lo menos mínimos- de alpinismo. Grosso modo se puede decir que en la ascensión nos harán más falta los conocimientos y técnicas del alpinismo y en el descenso más los conocimientos y técnica del snowboard.


Vista del glaciar del Aletsch, Suiza.
FOTO: FJ González

En cuanto a la técnica del snowboard, hay que tener en cuenta una serie de cosas. El nivel para empezar a practicarlo ha de ser bastante elevado. Debemos estar muy habituados a dominar nuestra tabla en todo tipo de nieves y situaciones, ya que la montaña es bastante más imprevisible que una pista. En un mismo descenso podemos pasar de deslizarnos por nieve más o menos polvo a zonas con nieve dura o incluso hielo, y hay que tener la suficiente técnica como para saber reaccionar ante cualquier imprevisto y, por supuesto, pendiente. David corrobora este aspecto “el mínimo mínimo de técnica, es enlazar giros, pero evidentemente es una imprudencia salir al monte con alguien que no pueda fluir en todo tipo de terreno (polvo, duro, costra, etc…) y pendiente.”


Israel Criado en Porté Puymorens
FOTO:
FJ González

Al igual que a la hora de practicar freestyle a ningún novato se le ocurre de primeras saltar en el kicker más grande de un snowpark, o en la disciplina alpina a nadie se le ocurre descender de primeras por pistas negras, en el snowboard de montaña hay que actuar y elegir los objetivos en función de nuestro nivel, forma física y experiencia. “Lo cierto es que un buen estado físico a nivel cardiovascular para subir y tener buena técnica encima de la tabla y en el manejo de crampones, piolet, cuerdas, etc… nos ayudarán a llegar y descender desde picos y pendientes increíbles”. 


FOTO: Volkl Snowboards

Una adecuada progresión nos ayudará a ir incrementando nuestra experiencia poco a poco, y a ir disfrutando progresivamente de los retos que nos vayamos marcando. La técnica muchas veces se adquiere por experiencia, pero no está de más seguir algún cursillo específico de snowboard de montaña o alpinismo, ya que hay técnicas propias de la disciplina -como la autodetención utilizando el piolet en caso de caída por una pendiente en la que no nos podemos detener por los medios normales, o la utilización de los crampones y piolet- que deben ser conocidos por todo aquel que se aventure a la montaña. “Creo que cualquier enseñanza guiada es mucho más efectiva y nutritiva. Los camps de freestyle tan populares últimamente han ayudado mucho a subir el nivel en nuestro país. En el marco del freeride (por desgracia o por moda) han sido menos populares, pero también se imparten en España y Alpes, ayudando a que estos dos mundos paralelos- snowboard y montaña- se compartan y se unan. Esta claro que cualquier alumno de estos camps tendrá una progresión mucho más rápida y segura.

Llegados a este punto puede parecer que iniciarse en el snowboard de montaña sea algo difícil y complicado…Sin embargo no pretendemos trasladar esa sensación, sino todo lo contrario. Por si acaso, David nos ayuda a que no te desanimes demasiado: “El requisito básico es que te debe de gustar la montaña y el snowboard (no importa en que orden).  La práctica de snowboard de montaña no tiene edad, solo requiere una forma física aceptable y ¡buen humor para la subida! El que quiera iniciarse es bueno que tenga unas nociones básicas de montaña (meteorología, nivología, orientación, progresión con raquetas, crampones, etc…) Pero si no las tiene con el tiempo se van cogiendo. Lo importante es que te motive estar en el monte con tu tabla y que disfrutes de las sensaciones que experimentas.

Próximamente la segunda parte (material, consejos, cursos…)

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Latest comments
  • el primer vídeo se sale!! TODOS AL MONTE

  • estas cosas gustan :p

  • Que llegue pronto la segunda parte… quiero ver ya esos cursos!!!

  • joder, quiero ir a algun camp de estos pero no encuentro ninguno qe me vaya bien. alguna recomendacion?

  • es la raja el snowboard

  • Hola, ¿para cuando la segunda parte del artículo? Soy un aficionado veterano al snowboard… me gustaria conocer de algún curso de snowboard de montaña, freeride…etc para poder iniciarme en esta disciplina, la cual me atrae mucho. Por desgracia, a misamigos no hay quien les saque de los remontes, y si les hablas de patear…ponen mala cara. Como puedo empezar con esto de una manera segura ???
    Gracias y Salud !!!. RUL

  • me pasa algo muy parecido a ti, no tengo gente con quien darle ¿de dnde eres?

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