Estaciones S

Sí camaradas, todavía quedan en el mundo estaciones en las que no podemos utilizar sus remontes ni deslizarnos por sus pistas. Estaciones reservadas a aquellos que en vez de deslizarse con una tabla bajo sus pies se deslizan con dos. Estaciones en las que los snowboarders no somos bienvenidos, es más, por no ser, no somos ni aceptados. Parece mentira, pero todavía quedan unas cuantas…

En una época de “vacas flacas” como la que estamos viviendo, puede parecer mentira que haya empresas que por decisión propia consideren mejor para su negocio limitar el número de clientes que pueden captar. Es como si los dueños de las tiendas de snowboard sólo permitiesen la entrada a practicantes de snowboard y dejasen fuera a todo aquel cliente que no practique nuestro deporte, aunque quisiese comprar una sudadera por ejemplo. O como si el dueño de un concesionario de coches sólo vendiese coches a personas con el pelo moreno… Si así fuese ¿no diríamos claramente que la política comercial de ese concesionario es claramente discriminatoria? Bien, pues aunque parezca mentira, en el mundo todavía quedan unas cuantas estaciones discriminatorias, y…. ¿Funciona su negocio? Veamos lo que pasa en EEUU.

En EEUU, después de que la estación de Taos abriese sus puertas a snowboarders el año pasado, sólo quedan tres estaciones sólo para esquiadores: Alta, Deer Valley y Mad River Glen. Mientras que empresas y compañías de medio mundo se dejan la piel para conseguir nuevos clientes, estas tres estaciones hacen del “sólo esquí” un arma de marketing, y además no parece que tengan demasiadas intenciones de cambiar…

Todos los años, la estación de Deer Valley pasa una encuesta a una considerable cantidad de sus clientes en la que incluye algunas preguntas referentes a la posibilidad de admitir snowboarders. Esta temporada 1500 clientes tuvieron que valorar del 1 al 10 como afectaría a su deseo de volver a la estación la posibilidad de que abriesen sus instalaciones a snowboarders. Las respuestas fueron abrumadoramente contrarias a ello, casi cercanas al 90% de los encuestados, lo que refleja el enorme nicho que ocupan en el mercado, en el que parece que sigue habiendo clientes esquiadores que no quieren compartir espacio con nosotros. Es más, parece que además esa prohibición no afecta a los números de empresas privadas como Deer Valley.

En la costa este estadounidense, en el estado de Vermont, la estación de Mad River Glen tampoco muestra indicios de permitir la vuelta del snowboard a sus pistaas en un futuro cercano. Y es que Mad River fue de hecho una de las primeras estaciones norteamericanas en permitir el snowboard, pero su dueño lo acabó prohibiendo por una serie de razones a comienzo de los años 90.

La estación es única en EEUU, ya que se dirige y mantiene en régimen de cooperativa sin ánimo de lucro, con 2300 esquiadores como propietarios que son los que deciden con sus votos individuales en cada asamblea mensual. Desde hace 14 años se mantiene la prohibición del snowboard aprobada por el 78% de los miembros de la cooperativa. Hace seis o siete años uno de los miembros saco a la palestra la posibilidad de volver a admitir a los snowboarders en la estación, y alguien desde el fondo de la sala gritó “¡Pillad la cuerda!” (para ahorcarle).

Para cambiar la política de admisión, la decisión debería ser aprobada por el vote de dos tercios de los miembros de la cooperativa. Ser miembro de la cooperativa cuesta dos mil dólares a cualquiera que quiera entrar, lo que abre las puertas a la posibilidad de que se infiltren snowboarders dispuestos a cambiar la situación.

Mientras que la situación económica y la iniciativa de Burton Snowboards (Burton premiaba con 5 mil dólares al mejor vídeo de snowboard realizado en alguna de las estaciones prohibidas, si lo hacías en cuatro…¡20 mil dólares!) para lograr que se permitiese el snowboard han sido cruciales en el caso de que en Taos se comience a permitir el snowboard, en Mad River Glen da la sensación de que ha sido al revés.

Power to the poachers!
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Como Mad River Glen, la estación de Alta ofrece un gran terreno sólo esquiable, aunque permite que los snowboarders que acceden desde Snowbird surfeen sus pistas. A pesar de que en Alta no se realiza ninguna encuesta de satisfacción o de opinión de sus clientes, su director afirma que no hay ninguna señal en el horizonte que les haga prever una cambio de opinión al respecto. En palabras de sus responsable de marketing, Connie Marshall, “mantener Alta como una estación sólo de esquí es una decisión empresarial.  La actitud y respuesta al respecto de nuestros clientes es muy positiva. Además, no estamos del todo seguros de que el hecho de que abramos las puertas al snowboard nos vaya a traer más clientes…”

FUENTE: Transworld Snowboarding