Puede que la magia no se encuentre sola por las pistas en un viaje de ski, muchos de los amantes de este deporte así lo piensan, yo como fiel también lo creía, pero este Carnaval en muletas y en la sierra, me ha hecho cambiar de opinión, Sierra Nevada aporta todo aquello que una persona busca si va a la montaña nevada sin idea de esquiar.
Sierra Nevada representa lo que vende, como ya pocos hacen, Ski, après ski, servicios, clima y entorno, siendo este maravilloso rincón de los sistemas penibéticos el lugar idóneo para relajarte y evadirte del mundanal ruido de la ciudad por unos días. Para los esquiadores las condiciones de ski fueron excelentes, y para los que no pudimos esquiar también, poco más se le puede pedir a una estación.
Se realizaron muchas actividades, durante el día y la noche , y la organización por parte de la estación como muestra esta batukada de la foto, alegrando la zona de Borreguiles como pocos saben hacer, es para tener en cuenta.
Mencionar la calidad y el buen trato recibido en todos los restaurantes, cabe mencionar el restaurante Luigi´s donde disfrutamos de la pasta como si estuviésemos en Italia, y nombrar también el Crescendo, espectacular rincón a pie de pista, donde las encantadoras chicas, las vistas y la chimenea lo convierten como mínimo en un café obligatorio para visitar durante la estancia, sus hamburguesas también son irresistibles.
Se hace muy duro escribir esto desde la oficina en Madrid, porque la mente vuela rápidamente pero tu cuerpo tiene que seguir en la oficina toda la semana, y probablemente no vea más nieve hasta la próxima temporada.